miércoles, 4 de marzo de 2009

De que color era el Caballo Blanco del Yelmo?...


Volvemos a la carga mi inseparable Fusticiero y yo!!!El viernes, después del pateo de rigor, nos plantamos en la pradera del bello yelmo carpetano. Afianzamos y acomodamos uno de los maravillosos vivac de la zona, donde comemos, nos reimos y tocamos la armónica antes de dejarnos capturar por el sueño.
La mañana siguiente llega cargada de nubes y con bastante frío, lo q nos dificultad la, ya de por sí rigurosa, salida del saco de dormir. Después de un frugal desayuno, pues no tenemos agua ni para el café, nos movilizamos hasta el pie de la vía elegida: la Caballo Blanco.
Menudo espejo granítico que surca esta vía!!!una auténtica maravilla que ha convertido esta ruta en una de las clásicas indiscutibles del carismático peñasco.
La vía se divide en cuatro largos, cotados como 6a/V+/V+/6a, aunque puede variar la graduación esta me parece la más correcta, ya sabemos que es algo orientativo, sobre como los escasos seguros fijos de los que goza la Caballo, unos 3 por largo, que sobre todo te guiarán por la lisa llambría.
La primera tirada es una maravilla, comienza por una plaquita de adherencia de unos 3 mts, se tiene q dar a pelo pero no es demasiado complicada (V+), además la adherencia que traia el frío hizo que nos sintieramos muy seguros desde el principio. Superamos este tramo y llegamos a una bavaresa bastante vertical pero con buen canto, lo que facilita su ascensión (IV+), además aqui los friends entran a cañon, nosotros utilizamos un 2 y un 3 de camalot, creo recordar. Esta sección termina conviertiendose en una bavaresa invertida, para mi lo mas díficil del largo, ya que al principio el canto desaparece, progresamos, asegurados por indestructibles parabolts, hasta llegar a un desplomito más amenazador que complicado, pues cuenta con un buenísimo agarre para superarlo, imagino q la altura será un buen aliado para superarlo. Es un largo de 5 estrellas, probablemente de los mejores que puedes encontrar en las vías de dificultad media del Yelmo.

El Fusta se encarga del segundo largo, en este punto ya nos encontramos ante la gran placa. Aqui los friends ya no hacen falta. Se equipa con cuatros expresses y sigue las chapas oscuras con tendencia a la derecha, tres concretamente. Con adherencia y buena letra Fusta va superando poco a poco el largo, poniendo cintas largas para evitar el rozamiento. Este largo te pone las pilas en lo que será la tónica general de lo que resta de la Caballo.

Tercera tirada, me preparo para salir de la reu. Famosa por su comprometida travesía. La salida tiene algún pasito fino (V+), encontramos tres chapas, una de las cuales se aleja hacia la izquierda, nosotros la utilizamos pero no sabemos si pertenece a la vía, una vez superada la última comienza la travesía a derechas, que aprovechando las irregularidades del Yelmo se queda como un taquicárdico V, en el q pesa más la cabeza y la mitología que envuelve a esta vía que la dificultad. El truco es no subirse demasiado e ir escalando despacito y con buena letra.

El último largo le toca al Fusta, una salida por un espoloncito, protegido por un parabolt, que goza de algunos buenos garbanzos y de bastante verticalidad (6a). A partir de aqui la cosa empieza a tumbar, encontramos otro seguro fijo y tiras intuitivamente por lo más sencillo hasta llegar a las tumbadas llambrías que coronan el Yelmo, allí aparece una reunión donde asegurar al compañero.

Ya en el vértice nos damos la enhorabuena por las últimas y buenas vías que estamos almacenando en la memoria!!una preciosa panorámica de Madrid y La Pedriza acicalan el momento. Sonrisas y bonitas palabras es lo único que cabe en estos momentos de montaña.
Unos copos de aguanieve nos deciden a empezar la bajada por la Valentina y a pensar en la próxima aventura que nos espera.

Mucho monte!!!

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